sábado, 21 de abril de 2012

A mi querida Siria.


Cuando pisé el aeropuerto de Damasco, lo primero que sentí fue tensión. Ya había oído hablar de la policía y los agentes de aduanas… Podían ser amables, o no, todo dependía de cómo soplara el viento ese día. Afortunadamente, pude entrar al país no sin la respuesta un tanto impertinente del agente. La conversación fue tal que así:

Agente
: ¿Hace cuánto que no vienes a Siria?
Yo: Desde que salí cuando era un bebé.
Agente: Pues no sé para qué vuelves. Menuda tontería.

                Obviamente, la pequeña charla tuvo lugar en árabe, pero he traducido de la manera más fiel la respuesta del agente. Aunque en realidad, en árabe suena aún más borde. Salvando ese breve momento, un tanto…peculiar, enseguida empecé a tener sentimientos positivos. De repente todo me era familiar, me sentía como en casa. El brisa cálida del verano, motos con tres o más pasajeros, habitantes con chilaba y el sonido de la llamada a la oración por toda la ciudad… Esto último puede parecer una banalidad, sin embargo, el hecho de escuchar por todas las calles una llamada a la espiritualidad conjunta, a la paz, a la unión, es una sensación única. Puedo asegurar que cada elemento, cada lugar de Siria activa los cinco sentidos.
Cuando visité el pueblo de mis padres vi a los niños jugar en la calle sin preocuparse por nada, las gentes del pueblo eran hospitalarias, generosas, serviciales, humildes. En resumidas cuentas, la naturalidad de la sociedad hizo que me relajara, que disfrutara de cada minuto del día; recordé lo pequeños que somos en un enorme mundo que, a menudo se nos queda demasiado grande.
A lo largo de la historia “las conquistas” han sido una tentación imposible de evitar. La ínfula de poder de los individuos desemboca en la masacre de inocentes que tienen que aguantar la prepotencia de unos pocos. En Siria concretamente, la violencia vivida con Al Assad padre, renace con el hijo. Ya ha pasado más de un año de ataques a civiles, ataques indiscriminados contra niños, mujeres y hombres. Esos infantes que jugaban en la calle ajenos a los problemas de los adultos, ahora se ocultan por miedo a ser tiroteados, secuestrados, torturados o violados. Se han visto obligados a madurar de golpe.
Las calles antes repletas de chavales y ancianos pasando el día, están ahora cubiertas de cuerpos mutilados, de sangre; y ni tan siquiera se puede enterrar a esos inocentes dignamente.
A diario leo y escucho que la solución para Siria es muy complicada, que no se solucionará a corto plazo, que no se va intervenir porque los unos están en año electoral, los otros no tienen ninguna seguridad de en qué manos quedará el país, y los últimos están ocupados con la crisis mundial. Obviamente, un proceso de intervención política internacional se tiene que llevar a cabo de la mejor manera posible, sin vulnerar las leyes. Sin embargo, mientras tanto, tenemos que esperar que entre las decenas o centenares de muertos de ese día no estén mis tíos, mi sobrina o mis primos. No queda más que rogar a Dios que dejen de torturar y/o violar a las mujeres y a las niñas, porque cuando todo acabe, no tendrán a su disposición ayuda psicológica, eso es un privilegio... Pero, ¿cómo va a poder olvidar una niña de doce años que una decena de enormes soldados sudorosos han profanado su joven cuerpo? ¿Cómo va a olvidar un niño que ya no tiene un brazo o un ojo? ¿Cómo se puede olvidar el sonido de los tanques, las bombas, los disparos…? Es un miedo insuperable que va a repercutir en el futuro del país y de psicología de la población.
Únicamente podrán recordar a un dictador al que su pueblo no le importaba en absoluto. Un dictador que convirtió a una minoría alauita en una oligarquía que detenta el poder y que difícilmente lo abandonará. Lo peor de todo es que ocurra lo que ocurra, el pueblo va a salir perdiendo. Si no se consigue derrotar al asesino, tendrán que seguir sufriendo. Y si Al Assad decide dejar el poder será a cambio de beneficios con los que, seguramente salga muy bien parado; una vez más, el pueblo verá cómo nadie paga por cada una de las 9000 víctimas.
Sólo espero que el sentido de la justicia, la ética y la moral se unan para luchar contra los villanos y que la bella Siria recupere su paz, su tranquilidad, su espíritu; su vida, en definitiva.

   

viernes, 20 de abril de 2012

La ultraderecha

        Este blog trata de la interculturalidad, un término que busca la convivencia, el entendimiento, y la comunicación bidireccional y tolerante. Para los que creemos en la riqueza cultural, en la libertad de fe y de expresión, cuando somos testigos de las actuaciones de individuos con ideas radicales, de cualquier tipo, se nos encienden las alarmas.
        Estos días estamos viendo imágenes del juicio de Breivik, un lobo solitario con una clara ideología de ultraderecha que le llevó a perpetrar un acto terrorista en Noruega acabando con la vida de 77 inocentes. 
Ayer por la noche (19/04/2012), en el programa de Vicent Montagut, A2 - Internacional de canal "Nou 24", el profesor Cussac y el profesor Sanmartín, dos expertos en terrorismo y en Servicios de Inteligencia, respectivamente, analizaron el fenómeno de la ultraderecha en la sociedad actual. He de decir que las contundentes declaraciones de los dos invitados transmitieron la gravedad y la influencia de esta corriente, que puede ir a peor, aumentando así la violencia racial en toda Europa.
        Todos conocemos la ideología de la extrema derecha, pero para nada me imaginaba la fuerza que está cobrando hoy en día y el daño que puede llegar a hacer. Vivimos en una Europa democrática, global y libre; se supone que los problemas de xenofobia se están erradicando... Sin embargo, tras ver el programa, queda claro el papel de la ultraderecha en el panorama político de nuestros días. Tal y como explican los expertos, se ha sido muy tolerante con los partidos de ideología neonazi, hasta el punto de que en Grecia tienen un 5% de los votos y en Francia la mayoría de los votantes tienen edades comprendidas entre los 18 y los 24 años. Son datos verdaderamente alarmantes puesto que el terrorismo de ultraderecha actuaría de manera legítima saliendo impune de sus actos. De hecho tenemos una muestra clara con Breivik que, según nos aclara el profesor Sanmartín: 
Cada uno de los asesinados en Noruega va a significar, en el caso de ser condenado a la máxima pena, tres meses de prisión para Breivik. Tres meses por una vida humana.  
      Desde luego se presenta un grave problema que hasta ahora ha pasado prácticamente desapercibido y es evidente que hay que buscar una solución dentro de la legalidad y la norma, ya que como bien dice el profesor Cussac a propósito de la ilegalización de los partidos nazis:
Para los que creemos en un Estado de Derecho tiene un grave problema de conciliación con la libertad de expresión y la libertad ideológica.
      En resumen, es necesario que nos mantengamos cuerdos y entendamos que el mundo nos alberga a todos, seamos del color que seamos y tengamos la religión que tengamos. Seamos coherentes y luchemos, sí, pero por un mundo productivo, no por la destrucción de nuestro hogar. 
     También os dejo el link del programa íntegro y os animo a verlo para comprender la grave realidad que vivimos y así seamos conscientes de la importancia de estar unidos. Al fin y al cabo, somos diferentes, pero exactamente iguales. 

Interculturalidad e Inteligencia

Los días 2-4 de abril tuvo lugar en la Universidad de Alicante un curso sobre Seguridad e Inteligencia. Fueron tres días muy intensos con ponentes de primer nivel dedicados a diferentes ámbitos profesionales: profesores, periodistas, expertos en inteligencia...
Ha sido un curso de gran interés, ya que la afluencia de alumnos obligó a la dirección a organizar el curso en el Paraninfo de la universidad, un espacio con capacidad para más de 700 alumnos. Hubo unos 500 asistentes de diferentes nacionalidades, perfiles profesionales y académicos y, por supuesto, de todas las edades. 
En resumen, ha resultado ser un curso altamente recomendable, que al fin y al cabo, trata otro tipo de interculturalidad, más técnica y estratégica, pero que busca las buenas relaciones. Distinta forma, mismo objetivo.
Todo indica que las futuras ediciones no defraudarán.
Os dejo el enlace: 

martes, 28 de febrero de 2012

Somos iguales, aunque yo soy mejor...

      Desde que me he involucrado más en el tema de la mediación intercultural, casi cada día me encuentro con una situación digna de ser contada. Así que, ahí va otra de mis anécdotas:
      Una tarde, dos amigas hablaban de una tercera amiga de origen libanés, que se acababa de casar con un hombre de origen argelino. La primera amiga le confesaba a la segunda que le parecía todo muy precipitado y que no creía conveniente que la tercera amiga se casara con un hombre argelino.
A esta confesión inesperada, la segunda amiga preguntó a la primera que qué tenía de malo que se casara con un hombre argelino, que lo importante era que se quisieran y se respetaran.
La primera amiga pensó un segundo y le explicó con toda la seguridad del mundo, que lo que tenía de malo era que todos los marroquíes y los argelinos eran unos ladrones.  
      Ahora es cuando todos empezamos a reír y a pensar que la ignorancia es muy atrevida. Que en realidad aún queda mucho por trabajar con la población para haya un acercamiento entre culturas. Es el momento de decir que tenemos que acabar con los estereotipos y la intolerancia. TOTALMENTE DE ACUERDO.
Pero, el quid de la cuestión de esta interesante charla entre amigas, es que la primera mujer, la que está en contra de ese matrimonio es jordana y la segunda mujer, ¡es marroquí!
Creo que con esta situación queda bien patente el poder de la mente y de lo testarudos que podemos llegar a ser. Resulta que la mujer jordana se ha abstraído por completo del marco que rodea a la mujer marroquí y se ha centrado únicamente en el tipo de persona que es; por eso son dos buenas amigas. Y sin embargo, sigue manteniendo sus prejuicios hacia el resto de los argelinos y los marroquíes...
Es interesante el origen de las interlocutoras porque se trata de dos nacionalidades que tienen en común varios puntos, como que tanto los jordanos, como los argelinos y los marroquíes son árabes, comparten una lengua (con sus variaciones, de acuerdo, pero el mismo idioma al fin y al cabo) y probablemente la misma religión, por no hablar de ciertas costumbres o tradiciones...
Ahí queda esta historia con varias moralejas:
1.- Conozcamos mejor a los demás, sean de donde sean (y más si son nuestros primos hermanos culturales).
2.- Olvidemos los prejuicios, no sólo con los amigos sino con el resto de personas que nos rodean (seguro que acabamos siendo un poco más ricos, culturalmente hablando).
Y por último y más importante:
3.- PENSEMOS Y LUEGO EXISTAMOS. Pensar un poco antes de hablar nunca está de más, nos evitaremos situaciones incómodas.

domingo, 12 de febrero de 2012

       Interculturalidad. ¿Somos conscientes de lo que es, o de que existe? Desde hace bien poco indago sobre conceptos como la mediación intercultural, la integración, la convivencia... Y lo cierto es que rápidamente he comprobado lo que significan estos términos para algunas personas ajenas a la inmigración.
      Días atrás conocí a alguien que me preguntó qué estudiaba. Yo le respondí que en estos momentos me dedico a hacer un curso sobre mediación intercultural. Sin embargo, mi interlocutor hizo una mueca indicándome que no sabía qué es la mediación intercultural. Como acababa de conocer a esa persona y tampoco tenía mayor importancia este tema dentro de la conversación, le dije simplemente que se trata de ayudar a los inmigrantes con trámites burocráticos y como apoyo en general. A ésto, me respondió negando con la cabeza, y diciendo "no te metas en problemas...".
Me hizo pensar, y me di cuenta de lo desconectados que podemos llegar a estar de una realidad tangible y visible en el día a día.
Obviamente, esta persona no ha tenido la necesidad de emigrar porque disfruta de una vida bastante acomodada; además, pude comprobar que tiene criterios diferentes para calificar a una persona de inmigrante o no. Si se puede hacer negocio con el inmigrante en cuestión, entonces es un hombre de negocios, pero si es un recién llegado o alguien que todavía no consigue ubicarse en España, entonces se trata de un inmigrante de patera con el que es mejor no juntarse.
      Seguramente, esta persona no se ha parado a pensar que el "hombre de negocios" llegó a España con los bolsillos vacíos y que gracias a la ayuda de los autóctonos es quien es. Posiblemente no sea consciente de que sin ese proceso de integración no estaría haciendo negocios con los que se está lucrando.
      Desde luego, cuánto nos queda por aprender...

jueves, 2 de febrero de 2012

Presentación

Doy la bienvenida a todos los interesados en la interculturalidad dentro de nuestra sociedad.
Y son las 18.36 de la tarde.